Golpe definitivo del Barcelona al Real Madrid en La Liga. Los culés lograron un nuevo triunfo en el Santiago Bernabéu solo 72 horas después de que eliminaran a los de Solari, que queda muy tocado, en la Copa del Rey. El conjunto de Valverde volvió a ganar sin brillar, pero un tanto de Rakitic en la primera parte fue suficiente para tumbar a un equipo blanco que demostró una vez más una extrema falta de puntería.
El Clásico comenzó con nervios y pases imprecisos que hacían que el juego de los dos equipos no fuera fluido. A pesar de ello, era el Real Madrid el que se hacía con el dominio en los primeros compases. No había grandes ocasiones, pero el conjunto de Solari había ganado efectivos al remate con la presencia de Bale por Lucas Vázquez en el once.
El galés era la gran novedad en la alineación blanca, mientras que Valverde, respecto al duelo copero, retrasó a Sergi Roberto al lateral derecho y dio entrada a Arthur en el centro del campo. El técnico culé quería tener una mayor proyección ofensiva por la banda y mejorar en la sala de máquinas, ya que, a pesar del 0-3, el Madrid había sido muy superior durante casi una hora.
El Barça sí tiene pegada
Los errores del equipo merengue permitían al Barça ir creciendo en el partido y la primera oportunidad caería del lado azulgrana. Messi se lleva la pelota ante Casemiro y Sergio Ramos tras una serie de rechaces, pero el argentino no acierta al levantar la pelota por encima de Courtois. No tardaría en llegar la respuesta del Madrid en una internada de Vinicius que terminó en un disparo de Modric que sacó Piqué lanzándose al césped.
El encuentro era de toma y daca, pero con un conjunto blanco más espeso que en la Copa y que terminaría pagando de nuevo. En el minuto 26 llegaría el castigo para los de Solari con el 0-1. Rakitic, que gana la posición a Ramos, aprovecha un pase en profundidad de Sergi Roberto para internarse en el área y salvar suavemente la salida de Courtois.
El Madrid veía cómo La Liga se escapaba en la misma semana que había caído en la Copa. Los merengues estaban obligados a lanzarse al ataque demasiado pronto, lo que iba a provocar que el Barça fuera un peligro constante a la contra con la velocidad de Messi y Dembélé. Sin embargo, sería Luis Suárez el que pudo aumentar la ventaja con un tiro frontal al que respondió de forma excepcional Courtois.